Y llegaron los momentos duros. La soledad de los entrenamientos de Ironman.

Hoy también me apetece escribir aunque el motivo es muy diferente. No quiero que se me olvide lo duro que se me han hecho los entrenamientos de la semana pasada.

Después del triatlon de Zarauz, el sábado de la semana pasada, decidí descansar el domingo y el lunes pensando en hacer una semana normal de entrenamiento para Roth, en donde ya sin mas remedio me tocaba llegar a los entrenamientos largos de verdad, esos que te miden a la hora de afrontar la distancia.

Así que se puede decir que la semana prometía y más cuando el martes decido salir  con la bici y al final salgo con Codi, rompiendo una de mis premisas esa que dice siempre debes ir a tu ritmo y más cuando el objetivo es cumplir con una programación semanal, así que calentón más de la cuenta ya que me toco amoldarme a su entrenamiento y este no era otro que cuestas, copón.

Aun así decido correr por la tarde y las sensaciones aunque con las piernas pesadas son muy buenas. Llegados al miercoles decido bajar el ritmo y no salir con la bici pensando en acumular el entrenamiento gordo para el viernes y domingo, curro el sábado. A pesar de ello decido correr 1 hora y las sensaciones ahora si son de pena, ya acumulo cansancio y no voy.

Jueves, decido que no hay otro remedio a pesar de las sensaciones del día anterior que meter bici larga para no meter entreno de volumen el día anterior a la guardia. Es más decido probarme con uno de mis circuitos tabús, esos que miden no sólo tus fuerzas sino tu fortaleza mental, así que hago 150 km en circuito sube y baja y con viento en contra a la vuelta durante gran parte. Guadalajara - Mondejar- Albares-Yebra- Almoguera- Pastrana y vuelta por Pioz, Pozo y Chiloeches.

Las sensaciones son buenas a pesar del cansancio, rodando acoplado durante muchos tramos y llegando al final con fuerza, eso si no hubo momentos de ir a umbral tan sólo en momentos puntuales en las cuestas.

El viernes noto que necesito descansar pero por la tarde corro 50 minutos ya con mejores sensaciones a pesar de la pesadez de patas.

Sábado, guardia y chicharrazo a las 7 de la mañana, me cagüen to, incendio forestal en el pinar de Sigüenza así que toco trabajar lo normal en estos casos pero la jornada se alarga y llego a Guadalajara casi a las 11:00. Asi que a la presión normal de tener que hacer un entreno de 4 horas de bici y 2 de carrera, se añade la tensión de saber que el sol y el calor pega de lo lindo y que además del cansancio, salir a esas horas me va a costar penar mucho.

Decido posponer el entreno por la tarde, descansar por la mañana y hacer la siesta no sé como la llaman, precomida me refiero. Total hablo con Laura y le cuento mis planes me dice que estoy loco normal, pero ya me conoce y sabe que si no lo hago voy a estar pesaete, así que la pobre un día más se gana el cielo o lo que haya, y me anima a hacerlo. 

A las 17:45 salgo con la bici, con menos ganas que vergüenza, sabiendo que si cumplo con el entreno no vuelvo a casa antes de las 12:00 horas. Ante este plan decido hacer una ruta a modo circuito simulando 2 vueltas de bici, con lo que me voy a la patata y alargo en la 2ª vuelta a Malaga, Malaguilla, Humanes y Razbona para volver a pasar a la vuelta por Alovera, Quer, Cabanillas y Guadalajara. La única pega es que desde Humanes hasta Alovera el viento es en contra y de costado a rachas, así que la bici se vuelve como en muchas ocasiones en pura supervivencia.

Psicologicamente me bajo de la bici muy reforzado ya que meto la mayor intensidad en la última hora final y las piernas me responden sacando una media de 30,5 y de 33 al final con viento en contra y todo. Eso si la bici se me ha hecho larga y más cuando en la última parte voy viendo anochecer. Total 129 km para un total de 4 hora 10 con 900 de desnivel acumulado.

La carrera ya me la planteo de otra manera, normal a las 22:30 ya me parece un logro sólo hacerla, a pesar de ello me encuentro bien y me bajo al talud de la chopera rodando la primera hora en ritmos estables de 4:37 más o menos. Subo el barranco y el ritmo baja claro pero las patas no se quejan en exceso para el recuerdo que tenía de otras veces, pero llegando a la avda. barcelona decido beber bien y el cuerpo ya me pide descanso a gritos. 

Esta sensación no es nueva, es más es lo normal, ya has superado el límite que el cuerpo entiende como tolerable y se protege bajando el ritmo, llevo 1 hora 20 pero yo quiero hacer 2. Así que tiro de mi vena maña y me busco una vuelta pequeña para que no llegue a casa antes de 1 hora 50, las condiciones en las que iba no os las cuento porque eso ya os lo imaginais. Eso si era consciente de que en esos 30 minutos me van a servir y mucho de cara al Ironman. Total 1 hora 46 con 21 km llegando sin fuerza de cuadriceps, pero ya sabiendo donde está el punto débil y como solucionarlo.

En definitiva, pocas veces he llegado a casa con la sensación del deber cumplido como ayer. Y soy muy consciente de que el exito y el fracaso se deciden en estos días en los que parece que todo está en contra. SI ROTH SALE BIEN GRAN PARTE DE CULPA LA TENDRÁ ESTA SEMANA.

Atope de power.